Tuesday, October 10, 2006

Las gordis saben bien. Primera parte


Justo se celebraba la comida de aniversario de la empresa donde trabajo. En cada mesa había botellas de tequila y ron barato. Yo tenía poco de entrar en este trabajo y pues casi no conocía a mis compañeros. Uno que otro era igual de bebedor que yo. Así que tomamos varias de las botellas que en otras mesas habían sido abandonadas para que en total al final tuviéramos 4 de tequila y tres de ron para nosotros solitos. Entre brindis y cotorreo de mírale las nalgas a esa y checa como botan las tetas de aquella yo sentía que una mirada me abarcaba. Traté de quitarme ese pensamiento pero era inútil. Alguien me miraba y no sabía quien. Solo sentía que unos ojos se posaban sobre mí estando chupe y chupe.

--Mira cabron esa Julieta no te quita la mirada de encima.

--¿Quién?

--Julieta wey, y viene hacia acá.

-- ¡Julieta? Y esa quien es.

--Pues la gordita de cobranzas.

--Ahhh no mames. Pero si esta regorda.

--Y eso que wey, yo solo te digo que ahí viene. Yo creo que quiere que bailes con ella.

-- Nel que! A la verga si cree que voy a…

--Que onda Mariano…

--(pinche gorda que quieres)Ah hola como estas!

--¿Me vas a conceder esta pieza?

--¿Cual si ni estoy comiendo?

--Ay no que tontito eres. Si vas a bailar conmigo. En el trabajo me prometiste que bailarías conmigo toda la noche. Y pues aquí estoy.

-- Es que… pues estoy tomando Julieta.

--Ay ya ves como eres.

--Además no se bailar. Nadita.

--No le hace yo te enseño.

Me jala del brazo y para no hacer el oso pues me paro y la sigo a: ¡LA pista DE baile!

El tequila depositado en mi cerebro me permite no sentir tanta pena como debería así que como puedo le trato de seguir los pasitos salseros. Mientras siento como su lonja mayor roza con mi pecho observo a los demás danzantes. Ahí están el licenciado Ricardo baile que baile con su amante secretaria, el chofer caimito dándole rico y sabroso al bailongo tratando de rozar las nalguitas de paty la de computación que que buenas piernas se carga; también esta toñita bailando con Azucena las dos mas feas de la empresa y que nadie pela, así que bailan como que muy quitadas de la pena pensando solo en desgracias, Pepillo Ojitel le arrima el pito a Magdalena de finanzas y ella se deja llevar por el ritmo de Edí Santiago y su fría eres tan fría como la lluvia o algo así. A mi cada vez me caga más que esta Julieta roce sus lonjas con mi panza. También me toma de la mano fuerte fuerte para que no me vaya. Mi ánimo esta cada vez más culero y solo arrastro los pies, dejo caer los hombros y bailo con una pendejez para ver si así esta gordis ya se harta y me manda a volar. Pero no. Me aferra con mas fuerza y ahora no solo sus lonjas se juntan a mi sino también su enorme vientre y montezote de Venus tratando de entrar en contacto con mi (en ese momento) dormido pito. ¿Pero que piensa esta mujer?¡Quiere verga y enfrente de todos!

--Este ya me canse Julieta.

--Ayy siii. Pues yo no. Nadamas la que sigue y ya. Andale.

--No es ke ya me tengo que ir.

--Pues a donde.

--Al bar.

--A cual?

--A uno que esta por el centro.

--Y no me invitas?

--Pero tú estas casada.

--Y eso que. A mi esposo le valgo madres.

(La neta no se ni porque he?) Pues como quieras pero yo ya me voy. Ya sabes cual ¿no?.

--¿Es ese que se llama “LA Calefacción”?

--Ándale. Ese mero.

--Pero no te vayas. Vamos a echarnos esta de la Sonora Santanera.

--Ah ya a la verga ahí te ves.

--Ayy que grosero. Pero ahí te veo he?

Mejor no conteste. Me acerco a mi mesa y veo a Cristoforo

(Así se llama de verdad) riéndose de manera pasada de lanza.

--¿Uyyy no ke no bailabas monito?

-- Pues que querías que hiciera ¿Qué la mandara a la verch?

-- Pues mínimo un arrimon…

--Ella fue la que me lo dio y no precisamente sabroson.

--Entonces que le seguimos atorando.

--Yo si pero mejor en el bar “LA Calefacción”, ¿no?

--Va pues yo te caigo al rato.

--Utss que gay eres.

Y pues ni modo a chupar solo otra vez.

Me fui, tome un taxi y llegue sin retraso aunque nadie me esperaba. El barman muy amable me ofreció una amplia sonrisa al llegar.

--¿Y donde están todos?

--Pues nadamas estoy yo. Así que sírveme lo de siempre.

Me miró como pensando pobre cabron siempre viene solo. Y pues si siempre iba solo y así me quedaría por un rato más. Me sambuti 7 chelas leves y una cuba, cuando de pronto por la puerta empiezan a ingresar algunos de los que deje en la Fiestadeaniversariodelaempresa.

Vaya vaya Cristoforo ya venia entonado machin, algunas secretarias borrachonas con las mejillas rojas reían al compás de ninguna canción, varios entes mas se dejaban venir hacia la barra llenando de inmediato el lugar. Y como no si “La Calefacción” es el clásico Pub Irlandés de pequeñas dimensiones y le dicen la calefacción porque con más de 10 gentes ya se suda copiosamente. Y hablando de copias –“Sirvame otras que yo pago”—se alcanza a escuchar el grito de uno de los agentes de ventas que ya venia con varias copitotas de mas. Lo mejor del asunto es que este Don venia junto con su hija. La pobre era su secretaria privada pero no estaba nada mal. Mas bien no esta nada mal. Grandes caderas que dan salida a unas bellas nalgas rimbombantes y un par de senos super chupables.

Ahora si el barman sonreía de oreja a oreja y hasta se puso a acomodar las mesas para formar una especie de Octoberfest diminuto. Las bebidas empezaron a salir de por todos lados y yo con tanta sed…pues a darle gusto al gusto. Habia tanta gente que no me había percatado de la presencia de la gorda Julieta. Solo hasta que sentí unas manos tratando de abrazarme y voltear y ver que era la regordeta bailadora con cara roja y sudorosa que rogaba por una pieza más fue que la vi. De nuevo.

--Quiubo papito ¡bailamosh???

--Aguanta deja me termino mi trago.

Pero cual trago mejor me moví y me senté junto a Cristoforo el cual ya denotaba graves estragos etílicos. Demasiado para ser exactos. Su hablar se había hecho tríptico críptico in entendible. De su boca saltaban bolitas de saliva envueltas en cerveza que se estrellaban en mi cara u ojos. Yo me limpiaba y como nunca he sido de los que sienten ascos pues seguía tratando de platicar y entenderle.

-- No mames—le decía yo—Se dejaron venir tochos morochos.

--Así es—me contestaba el asintiendo sin control la cabeza

--Pues que bueno que llegaron yo ya llevo medio cartón y con esta ya son diez chelas más lo que se acumule.

--Si cabron…………ya ando medio pedo. ¿No se me ve?

-- No guey. Casi no. Pásame esa chela.

Me pasó la chela y yo también ya sentía ese calorcito debajo de los ojos cuando de cuando a uno ya le quieren pegar las bebidas. Un sudorcito que se limpia con los dedos y no hay pedo.

Al poco rato agarre valor y me puse a bailar con la hija del vendedor. La buenota. Ahh que diferencia señores. Eso si que es otro pedo. Agarrando cinturita no que la otra no mas no se sentía nada. Aquí hay curvas y no topes como con la otra mujer. La gordita me veía y me veía furiosa. Ja me vale. Que se chingue por burra. Pero el que se chingo fui yo porque la reina se fue temprano y solo baile dos con ella. Agarre otro vaso, este ya tenía bacardi añejo con coca, ahhh chido buen cambio de sabor y me dije:

-- Pues chingue su madre. También es doña y la neta no esta tan gorda.

Así que me senté casi a su lado. Nuestras piernas quedaron justas para que mi rodilla; debajo de la mesa, pudiera frotar su cosita. Rodilla para acá, rodilla para allá. Veía como la gordis de pronto se puso rubicunda. Volteo a verme con un rostro socarrón diciéndome: Ah que Mariano tan… mañoso. Pero ni así quito su vaginon de mi rodilla, la cual yo movía con mayor énfasis tratando de ser no muy notorio. Ella solo entrecerraba los ojos y seguí platicando muy quitada de la pena. Igual yo. Bebía y bebía y ella también. Con cada sorbo o trago del vaso mi verga se endurecía y veía a Julieta menos gorda cada vez. Después e paro y pensé: Utsss ya se emputo. Pero no. Todo lo contrario.

--Ora si vamos a bailar ¿no Manolito?

-- Pues vamos.

En medio de la danza febril me agarraba las nalgas, me untaba sus tetas y hasta me las enseñaba bajándose el escote, me sobaba la verga disimuladamente y se restregaba de manera soez. Pero que rico pensaba yo. Me empecé a imaginar a Julieta mame que mame y de ahí no pare. Mas baile más chelas más alcohol.

De pronto de la nada apareció el Jefe de Jefes.

--Ahh que bonitos.

Todos como que bajaron su vaso y espantados quisieron hablar. Pero el jefe no nos dejó.

-- Pásame dos bacardi blanco. Como que chelas. A ver dos botellas de bacardi blanco con sus respectivas cocas y tehuacanes.

--Yupiiii—La algarabía inundaba el lugar. Con más ganas se chupaba, se hablaba y se bailaba. Al cabo el jefe paga. No se diga más.

Me canse de bailar y de mi pito estuviera duro y duro con la lonja de Julieta. Así que mejor nos sentamos y me dispuse a llenar de nuevo el tanque. Senteme a lado del jefe y de cristoforo el cual, ahora si, ya estaba muy pedo. Demasiado. Tanto que el jefe resulto ser su mejor amigo y confidente. Cristoforo platicaba de lo lindo con el Boss con la clásica actitud de: “Cuando estamos pedos todos los hombres nos queremos”. Lo abrazaba, le salpicaba la cara, le daba manotazos en la espalda, no no no. El clásico malacopa. Yo solamente observaba como cristofor iba disminuyendo en su capacidad de hacer lógica cualquier actividad en ese momento. Se servia de mas, tiraba las servilletas y los hielos, pedía cigarro a todo mundo y cantaba a todo volumen canciones rancheras. El colmo fue cuando se puso a llorar en el regazo del jefe y tiro una de las mesas del mini october Fest regando por el piso botellas y vasos enteramente llenos.

Ufff, no se puede ser así.

De milagro alcance a salvar mi Chabela llena de Bacardi blanco y tequila con square (combinación ganadora papá). ME alce medio encabronado no tanto por el alcohol perdido si no por la pendeja actitud de Crsitoforo. Bueno creo que el se fue o huyó. Cualquiera de las dos. El jefe pago y se fue. Más bien lo dejaron en su casa pero regreso. La gorda Julieta seguí con sus lances sexuales. Pero como en toda ocasión la botella le gano a la reina.

Así que me fui a mi casa en automático total solo para recordar que dentro de poco tendría que ver de nuevo a Julieta y soportar su lance cachondo hacia mi humilde persona.

Uff vaya que mi respuesta ni ella se la esperaba.

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