Friday, December 15, 2006

Borrachos al servicio de la comunidad.


Su nombre es Eder. Fue el ganador de la carrera anual del Diario de Querétaro. Tiene dos trabajos, va a la universidad, es padre de dos lindas niñas y esposo amoroso de una guapa mujer. Solo tiene un defecto: No bebe.

Y ayer me di cuenta de que cuando a alguien se le hace beber en exceso sabiendo que el susodicho no es bebedor habitual los resultados pueden ser catastróficos, por así decirlo.

Corría el año de 2006, el día era 14 de diciembre y eran aproximadamente las 8 de la noche. La comida del diario transcurría dentro de los cánones: parejitas bailando al compás de salsa y música norteña de esa en la que todos hacen el mismo paso, mesas repletas de botellas de ron y tequila hacina las delicias en las gargantas de los chicas y chicos bebedores, comentarios jocosos sobre la manera de bailar de tal, la enjundia que le metía Jeremias al baile, las contorsiones sabrosonas de la dama, etc. Normal.

Solo que en una mesa estaba un cuerpo. Era Eder quien reposaba la monumental peda que llevaba por dentro. Acostado como si hubiese estudiado para su próximo examen de física quántica se encontraba con los brazos extendidos y su cabeza se posaba sobre un mantel azul. Ningún movimiento salía de él. Vaya con el borrachín. Que oso. Dormido en plena mesa. Uff que dirán los Limantuor. Empero de pronto un estertor. Vomito desbocado salía de su traquea sin control. Ayyy miren a ese chavo (comentario de una ñera) esta vomitándose todo. Y en efecto Eder estaba convertido en todo un Vomitron extra hard core de primera. La cantidad de vómito era increíble. Y su hedor era todavía más cabron. Antes que yo Manolo se acerco para ver que onda. Pero al acercarse a tan solo un metro el golpeteo del olor en sus fosas le hizo retirarse con prontitud. Futa madre casi vomito me decía tapándose la nariz. Me acerque para ver si era cierto. Mis tenis fueron los primeros en percatarse de la extraña situación ya que la suela se pegaba al suelo debido a los jugos gastrointestinales depositados ahí por Eder. Le observe detenidamente para sacar conclusiones: Cara con vomit, camisa con vomit, pantalón con vomit, mesa con vomit, manos y brazos igual. Vomit por doquier. Gracias al cigarro casi no olía el hedor. Bueno ¿Qué hay que hacer?

La primera en tomar manos a la obra fue madame CECI y Manolo. Los dos lo cargaron para llevarlo al jardín y lavarlo. Pero al ver que no iban a poder me acerque para ayudarles. Con cuidado de no ensuciar mi saco negro de gala garra lo tome del brazo y cargamos. Eder hedía y no se movía. Estaba ido. No respondía a ningún estimulo. Lo acostamos en el pasto. Trajimos botellas con agua para enguadarle el rostro, su ropa y sus manos con todo y brazos. El vomitón abarcaba todo su ser. Y no respondía. De nuevo muerto. Bueno más bien ultrapedo. Tras lavarlo (CECI lo hacia muy bien) los meseros daban soluciones y recordaban su primera peda. Manolo se comunicaba con todos los medios posibles para que una troca o cualquier cosa viniera por Eder y lo llevaran a su casa. Pero nadie sabe donde vive. ¿Eder, me oyes, donde vives carnal? Ya ya estas mojado porque te lavamos. CECI vociferaba en contra de los cuates de Eder: ¡Porque lo dejaron solo? Eso no se hace. ¡Que poca madre! Mientras Eder era alivianado por mis masajes golpeadores en su espalda. Un poco más de agua. ¡Aguas! Va a volver a vomitar. Puarfff. Utss ya se le mancho su saco señor. No mamar voy a conocer a mis suegros. Más agua. Me salpica. Eder sin sentido. Un mesero trae café con cocacola. Eder bebe y vomita. Tengo frió mucho. Mucho frío tengo yo. Claro Eder estas empapado. Tengo frío. Mmmm bueno. Me quito el saco y se lo pongo. Ya que, otro día conoceré a los suegros. Lo cobijo lo mejor que puedo. El café con coca lo aliviana de pelos. Se levanta y no nos queda de otra que llevarlo en el carro de manolo. CECI se queda con mi dvd que me gane en la rifa. El regalo de Eder desapareció desde hace rato. Lo metemos al auto no sin antes pasearnos por todo el hotel real de minas con el lindo bulto cargado. Lo acomodamos y partimos en búsqueda de su casa. La esposa manolo, Jazz, se encarga de ponerle una bolsa de la comercial en su boca por si vomitron desea regresar. Mariel, hija de Jazz y manolo, se encarga de la diversión. Por fin llegamos a la casa de Eder quien sale disparado del carro sin decir nada y se va en otra dirección. La cual es correcta y llega a su casa. Tocamos y su esposa abre la puerta que al ver a Eder suelta un Ayyyy dios mío. Su rostro denota miedo y asombro. Ayy pásele joven. Eder se mete y tratamos de explicar lo sucedido. Eder sube al baño y no lo volvemos a ver. Le explicamos a su esposa como estuvo la onda y ta ta ta. Así que adiós.

Mi saco ya esta dentro de una bolsa. Yea gracias Jazz. Ahora si me hacen el favor de dejarme en el museo de la ciudad para ver a Paula y conocer de lejitos a mis suegros estaría bien. Me dejan en el museo. No hay nada. Voy a otro museo y no hay nada, igual. MMM me voy a un bar me tomo dos cervecitas, luego mi casa y un telefonema. Todo bien. Yo me confundí. Pero al menos la escuche. Un día perfecto.

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