Viernes en la perrera.
Que raro es esto. Cuando menos te lo esperas ocurren las cosas más raras y sobre todo se invierte de noche.
Era una tarde muy tranquila, demasiado para ser sin cero, y yo estaba en mi habitación estudio pintando una obra más, enfermo de una gripe moquienta como pocas veces había padecido cuando alguien toco el timbre sonando así el chillar del mecanismo que avisa que alguien esta afuera de tu casa. Eran Aliz y Liz, pintoras de escasa ocasión que de vez en cuando se metían a mi cuarto a trazar alucines. Las invito a pasar y me dicen que hoy es el cumpleaños de Ruperto. Así que decidimos hacerle un regalito. Encontramos un viejo auricular de teléfono y lo atiborramos de color. Cada quien le pone un trazo al extraño artefacto que al quedar terminado parece una obra de arte cara de esas que exponen en los museos como portentos del desarrollo del arte moderno. Ja si supieran que es el producto de algunas chelas y unos toques...se darían cuenta de muchas cosas.
Aliz ha sido mi amor platónico desde hace tres años y nunca se lo he dicho. Así que con tenerla a mi lado es rico. La veo como bebe la chela y me la pasa. Solo axial he podido saborear sus babas. Terminado el regalito salimos directo hacia la casa de Rupertin. En la calle nos encontramos a Chusco Malamuten y al señor Buho, nos convidan de sus cancrillos y Aliz roza mi codo (¡nubes ahí voy!) y ella me dice que la luna esta chida.
Llegamos a la casa rupertina tomamos nuestros asientos designados de varias tardes
antes y nos disponemos a someter nuestros cerebros a los influjos amarillentos de una lata de PV. Además de nosotros ahí se encuentran julillo y Chava los cuales nos saludan con efusividad y sacan mas papel para mojarse. El regalo se lo damos en ese momento. Ruperto lo ve y no dice nada. Lo cuelga de la pared y destapa otra chela.
Así pasa el tiempo entre alucin pacheco, archivo y chelots hasta que Aliz nota la presencia de su hermano. Nadie lo había visto pero esta parado en medio de la sala. Yo no lo conocía para nada. Ni siquiera sabía que Aliz tuviera un hermano policía. Me dice Aliz: ahhh mira ese es mi carnal era soldado en Mexicali y Tijuana nadamas que se vino para aca y se hizo policía solo que ya lo corrieron por culero pero no hay pedo también es bien monopedo pacheco.
Yo respondo con un Ahhh.
El tal hermano de Aliz se siente chicho al platicar sus aventuras. Todos escuchamos con atención sus historias de donde ha estado: la selva de Chiapas, el desierto de sonora, etc. Además de que nadie lo había visto este wey ya viene pedo y le pide de manera autoritaria a Liz que se lance por más cervezas. Ruperto se enoja ante la pericón pues ya se estaba preparando para una jugada de ajedrez con Aliz (que siempre gana) pero el carnal es mayor y es culero axial que ella va y nosotros nos quedamos prendiendo otro toque. Después llegan Aliz con mas chelas y ahora si a chupar relax.
Todo transcurre lindo y precioso, unas sorprendentes jugadas por parte de Aliz me dejan pensando en como diablos le podre hacer para darle Jaque Mate y casualmente ante un movimiento de su torre aprovecho para decir: Jaque! Ella me ve y me dice: No que no sabias jugar? Suerte de principiante, le contesto.
La música que escuchamos es cortesía de hermano ex soldado expolicia de Aliz. Se trata de música norteña la cual mediante engaños nos hace escuchar una y otra vez. Sus letras son bobaliconas y estupidas, algo como: acércate más a mí, madera de pirul y un indio quiere llorar. Al parecer estas rolas le llegan a lo más profundo de su alma pues las canta con singular feeling. A mis compas nos resulta chocante ese tipo de rolas y optamos por beber y fumar y no pelarlo. Pero es imposible. El macuarro este canta a todo volumen y se nos acerca a abrazarnos y escupir en nuestras caras las letras de sus pinches rolas. Pero nadie se la hace de tos. Acaba de llegar y tatatata.
Por fin puedo descansar del martirio y me toca ir por las cervezas. Pero adivinen quien me quiere acompañar…Si claro es el hermano de Liz que ya se encuentra en un estado de felicidad insoportable.
--Antes de ir por las chelas vamos a talonear a un cabroncito que me debe un dinerito—me dice abrazándome como si fuera su gran cuate. Uf
Salimos de la casa de Supertino para llegarle a unos edificios no muy lejos de ahí. El Dientes (hasta ahora se como le dicen al bestia este) toca la puerta de uno de los departamentos del cual sale una señora en bata con pantuflas rojas y gorra de algún equipo de fútbol. Su cara denota Órale!
--¿Qué se les ofrece muchachos? – Ahh que bonita educación.
--Este..? Buenas noches—Habla El dientes—Señora como esta, no se encuentra Felipe!?
--Noo, fíjense que no esta.
--Es que mire venia a ver si no seria posible que me prestara, es que da pena, unos 10 pesitos para que me regrese a mi casa, yo y mi cuate…--Me señala y yo pues mudo…--Es que su hijo me debe una lanita Señora y o sea no le vengo a cobrar noo ni mucho menos, pero es que como me quede sin dinero pues…y es que vivo digo vivimos relejos Doña y pues venia a ver si no me prestaba aunque sea un dinerito pal camión, aunque sean 10 pesos señora se lo agradecería muchísimo, de veras que me da mucha pena.
Al terminar la frase la cara de la señora es de Chale! Pero sale la hermana del supuesto cuate que le debe dinero al Dientes con una moneda de 10 pesos y no dice que Felipe se encuentra en la esquina.
--Y si no es molestia—nos dice la hermana gordis-- ¿Cuánto te debe mi hermano?
--Ahh si como no—Contesta el Dientes—como unos 500 varos.
La hermana cierra la puerta y nos vamos. Ya con esos 10 pesitos completamos para las cervezas y el Dientes ríe pues me dice que el tal Felipe esta amenazado de una tremenda madriza sino le presta dinero cada vez que el Dientes pase por su casa. Uf vaya joyita.
Caminamos por el rumbo de una escuela primaria desde donde podemos ver a la distancia un operativo de seguridad municipal compuesto por tres camionetas de esas que les decían Julias. Sus torretas desprenden rayos azules y rojos haciendo que la banda o se acerque para ver a quien llevan adentro o para a huir despavorido. El Dientes , que lleva cargando el cartón de chelas, de pronto les grita: PINCHES CULEROS PINCHES CULEROS. Axial como si nada con todo el poder de su pinche voz. Yo por supuesto me saco de onda—Que pedo con este pendejito, porque les grita a los tiras?—pienso temeroso de que los puercos escuche los gritos de este zoquete. Para colmo de males el Dientes les mienta la madre con un super chiflido: Fiu fiu fiu FIuiFUUUU.
Puta madre y la tienda esta justo adelante de la tira.
El pinche dientes me dice: tú sigue caminando como si nada.
Simón.
Observo como la camioneta se detiene y sus tres cacharros se bajan de la parte trasera de la julia. Los tres comienzan a caminar hacia nosotros, no mamar y ahora que.
Mantengo mi paso lento y seguro al fin yo ni les dije nada.
Pero a los polis eso les viene valiendo madre.
--A ver cabrones a quien le mentaron la madre—Pregunta un gordo negro.
--Les estábamos (¡¿estábamos kimosabi!?) gritando a unos compas mi coronel.
--Ahh si pues ahorita vamos a ver quien es más culero.
--no pues ustedes ganan-
--Asi si pinche putito?
¡Ya cállate pinche dientes mamón!
--Pues súbanse órale ojetes y a este cabron también—Me agarran del brazo los otros dos y me avientan para adentro de la troca. ¡Vale verga! Aliizzzz al rato regresooo!
--Pero si el cartón esta vació mi capi!!—Grita riendo el Dientes.
No contestan solo cierran la puerta.
Chale.
Una vez dentro de la UNIDAD el dientes se vuelca en la misión de déjenme salir yo fui compas yo fui compañero de ustedes no se acuerdan? Soy el Dientes! Que no conocen al Botija? Si! Ese es pareja de ustedes es mi casi hermano siii el Botija el gordo negro nel nel, si yo voy a ser poli también que paso que pasó? Asi tratan a los prospectos? Pero ni con esta absurda letanía nos dejan salir.
Me acomodo en la salpicadera y pienso que ya no voy a ver a Aliz esa noche. Me consuelo sabiendo que traigo los 150 varos de las chelas en mi bolsa.
Pero no. Es operativo y termina hasta las 5 de la mañana. Además de haber cometido una falta administrativa que dan como resultado 36 horas de sana detención en el fresco separo. Resignación ahí te voy. A los poco minutos otros chavos son presa de los tiras. Los trepan igual que a nosotros por, según, ingerir bebidas alcohólicas en la vía pública (una tecate de bote cada quien). A uno de ellos lo conozco. ¡Es el joven rectitudyonochupoenlacalle en persona! Pero ellos si llevan dinero y tras soltar 100 varos por piocha los dejan salir libres y contentos.
A mi también me soltarían si trajera dinero dice un borrachín hasta el fondo de la camioneta que hasta ese momento se digna en dirigirnos la palabra.
--no mamen si a mi dos pasos de la puerta de mi casa me atoraron y ya llevo casi desde las cuatro aquí, n’ombre con estos cuates no se puede razonar.
No pues si.
El operativo transcurre sin mas “alzas”. Nos paseamos por los perores puteros de la zona viendo a las putas y los tibiris por la ventanilla de la perrera. De pronto la camioneta se estaciona y asi se queda por 40 minutos. Pienso en mis cautes y en Aliz que han de estar esperando las chelas, ja. Pensando esto me entra una extraña tranquilidad, una paz post-apañon y me resigno y me acomodo mejor en la salpicadura pues el frió empieza a calar. Mientras el dientes sigue en sus vanos intentos de que nos saquen. Utfs.
Mientras transcurren los minutotes voy conociendo al que sería mi cuñado. Jeje que cagado hace apenas unos minutos ni lo conocía y ahora ya vamos compartiendo la misma perrera. Pues no que muy soldado y no se qué. Jaja todo vale verga en esta ciudad loca.
--Ahora vamos a dar un rol por los barrios bajos de Altavista—Nos dice el tira como si fuera azafata de alguna aerolínea. Y amárrense los cinturones que esto va a estar pesado.
Y ahí vamos como turistas en un tour de lo más radical. La cabina comienza a dar tumbos macizos, rebotamos en el techo y nos tratamos de sostener de lo que sea. En unos de los tumbos voy a dar directo a la cara del borrachín quien me sonríe y veo sus cacariza cara y su chimuela sonrisa, Futta. Me sostengo de una barra de metal junto a la puerta. Por la ventanilla puedo ver que el paisaje afuera no es nada bonito. Casa de cartón, hoyos inmensos en la carretera, polvo, lodo, basura. Parecía que estábamos en un documental de guerra. De pronto la troca se para en seco. El tira chofer se baja corriendo y con su linterna apunta aun montón de basura. En el top de la montaña de basura hay unos teporochos. Se escucha una discusión con grito y sombrerazo incluido. Rápidamente las puertas se abren y pasa por ellas un señor volando. De nuevo las puertas se cierran dejando al casi inconsciente don tirado en medio de nosotros. Hasta el Dientes esta sacadillo de onda. De nuevo se abren las puertas. Se sube un señor con clama y tranquilidad pasmosa. Y con razón. El ñor viene hasta la madre.
--hiiijoles esta vez si llegaron rápido estos cabrones—dice el señor que parecía estar hasta la medula de pedo—heyyyy tan siquiera deberían de avisar cabrones!
--Y porque no corrittes pelón!—le dice el cuasi noqueado compañero de peda.
--pues porque no puedo volar, sino, como el avión aquel..—Le contesta riendo y haciendo reír al personal apañon.
--Pero si no les estábamos haciendo mal a naiden—Dice el pedo ya no tan noqueado y que no parara de hablar en 40 minutos seguidos.
Después de seguir escuchando chistes cabulas, de torear a los polis y demás la troca se para en una gasolinera por fin el chofer se baja para hablar con nosotros.
--Aver ya aflojen lo que traigan.
Ni tardos ni perezosos todos empezamos a hacer bisness. El dientes parecía corredor de bolsa taloneando hasta a los borrachines erizos.
He aquí el dialogo: A ver saca, solo traigo 7 varos, que tú marra, que tus lentes, no se crea, mi cartera es de piel, mi marra es made in Russia y yo vengo de Fénix Arizona.
El dientes junto 80 varos solo del primer borracho pues el muy inocente saco 50 pesos y el otro pedin nos dio sus 7 pesos y su cartera de corte borreguesco.
Todo este botín es entregado al comandante que nos dice al verlo: Los vamos a bajar pero hasta llegar a donde los subimos… Me quede confundido con esa respuesta.
Mientras vuelve a cerrar la puerta y la troca avanza a 4 km por hora. El borrachín macizo nos da clases de geografía básica señalando a los cerros que se ven en la noche: Esa es la sierra de Guadalupe he? Jefe? No nos da quebrada jefe? No venia haciendo mal a nadie Jefe? Chalel si solo era un León, Jefe? Jefe!
Al fin llegamos a los semáforos y la troca se para. Al escuchar el grito de: ¡A ver esos ricos!
Nos aventamos a la puerta para ser los primeros en salir. En cuanto la abren yo doy un salto gatuno y me alejo para que no me vuelvan a agarrar. Atrás de mi viene el dientes que se detiene tantito para darle el varo al tira.
--Y ese otro al que talonearon?—Pregunta el tira con una risa.
--Nel jefe este dinero es mío y de mi compa!—Y patitas a correr.
Nos vamos corriendo casi volando como el avión aquel a casa de Ruperto, ya casi han pasado 5 horas desde el apañe.
Al llegar todos nos dicen al unísono: PUES DONDE ANDABAN!
--no pues nos apañaron los puercos.
Mis ojos lo único que querían ver era a Aliz pero ya se había ido. Chin. En su lugar hay un gordo sin camisa y con el pantalón desabrochado dejando ver sus pelos de la panza y debajo del ombliguísimo hondo y negro sus chones baratos. El cerdo este nos dice con mona en mano: NO HAGY PELDLO.
Veo que en el piso todavía hay un recipiente con pulque le doy unos tragos y un poco de baba pulposa cae en mi pantalón dejando una estela de olor a pulke traspaleado de poca. Poco después me largo a mi casa y creo que sueño con Aliz. Chiiiido.
