Wednesday, October 25, 2006

guasave

echele compa pa las reinas de ojazo negro, ajuaaaa!

Friday, October 20, 2006

Certamen El Rey y La Reyna Alcohol


Les presento a Gomita, compañera de la uni, mejor amiga y novia de mi carnal haciendo lo que mejor sabe!!! Yeah!!

La finalidad de esta foto es juntar la mayor cantidad de imagenes borrachescas para asi poder armar un hermoso CERTAMEN DE BELLEZAS ALCOHOLICAS asi que la invitación esta abierta, manden las fotos de amigos(as), familiares, novios(as) etc., en una situación etilico-comprometedora cuando ya tengamos una buena cantidad seleccionaremos a los y las finalistas y posteriormente al REY y la REYNA ALCOHOL

Manden las fotos con una breve historia-biografia a la siguiente dirección: borrachos_pro@yahoo.com.mx
(borrachos guion bajo pro @ yahoo.com.mx)

Apurense!!!!!!!!!!!!! (ja!)

¡ ¡ ¡ Habrá Premios pa' los ganadores ! ! !
Bukowski Drunk (again)

una muestra del master


ahi va un aprobadita de lo que hacia El Santo Buko estando pedin.
http://www.youtube.com/watch?v=3uEO01NZMuM

Friday, October 13, 2006

no mamar




Me gaste 500 varos en una peda ayer, solito.
Sin amigos.
El amor valio madre.
Me sacaron del bar.
Me ligue a una mesra fea.
La espera fuera del bar hasta que saliera.
no salio.
Me volvi a meter.
Me volvieron a sacar.
El taxista me robo mi dinero.
Hoy no tengo nada.
ME agarre del chongo con mis padresantos.
Ahorita vengo de tomarme una sabrossa michelada.
No voy a ir a la fiesta de la noche.
Tambien conoci a una mami super sabrosa.
Esta lloviendo.
Quiero beber y no puedo.
Chale que loco es el alcoholismo.
Sin miedo al Oso.
Potato rules!!!!!!!!!!!!!

Wednesday, October 11, 2006

Las gordas saben muy bien 2a parte


La gorda quiere más.

Se llamaba Julieta y era casi igual de peda que yo.

Nos veíamos habitualmente en el trabajo. Pasaba y me saludaba de besito cachetón, lo cual odio y más si es de una desconocida que se siente conocida solo porque una semana antes le había concedido unos dancings y le había untado mi rodilla en su panocha. Para mi suerte se la creyó y cada vez que iba a “La calefacción” ella ahí estaba. O llegaba con horas de anticipación o llegaba justo cuando estaba por irme. Seductoramente me invitaba más chelas o tragos de bacardí a los cuales yo accedía sin problemas. Además cada vez que me ponía pedo lo gorda se le quitaba. Se me hacia súper cachonda y me daban unas ganas terribles de follarmela salvajemente. Con cada copa de más ella se acercaba y me hablaba de tonterías de cómo le gustaba dar sexo oral, les gustaba hacer obras de teatro infantiles, les gustaba no cuidar a su hijo de 2 años, le gustaba que su esposo no la pelara y que Yo le gustaba. Ahí la cosa cambio. No soy de los que se les avienta a las chavas y menos a la ñoras gordas con hijos que no los pelan. Pero estaba en una ciudad nueva, en un nuevo trabajo y me sentía solo. Sé que esta frase de que me sentía solo suena muy cursi pero era la verdad. Además esta mujer era la única que se quedaba hasta el final de mis pedas y aunque me era insoportable cuando se ponía a cantar karaoke rolas de Marco Antonio Solís mejor conocido como “El Buki” había algo en ella que me prendía la mecha.

En una de esas tantas noches en el bar nos quedamos solos en la barra. Los asientos eran altos y de nuevo mi rodilla quedo exactamente en dirección de su pubis. Ella se acerco y mi rodilla hizo de nuevo lo que tan bien sabe hacer. Frote que te frote el choclito de la gordis. Ni tarda ni perezosa me quito la rodilla y poso mi mano ahí. La sobe un poquito pues en mi otra mano pendía mi vaso lleno de cuba. No quería que se cayera. El barman llego y el foreplay se detuvo. El barman nada guey me dedico una miradita de Orale con el Mariano cochinon a la cual respondí con un movimiento de hombros. Julieta siguio platicando con la dueña del lugar y seguía comprándome chelas y tragos. Algo me decía que ese día iba a comer pollito. Ya casi daban las tres de la mañana y ella ya andaba dando las de Oaxaca. Yo seguía medio sobrio pero andaba más pedo. Así que optamos por irnos. Ella me dijo que si no la acompañaba a tomar un taxi. Accedí caballerosamente. Ante una dama de esa categoría no me podía negar ya que gracia a ella había consumido bastante alcohol chido. Y gratis que era lo mejor. Y ella se veía esculturalmente rechoncha. Sus lonjas se veían sabrosas y sus enormes pechos no les negaría una buena chupada. Además de que es chaparra no se veía tan borrosa. Así que saliendo del bar y doblar en la esquina me pare enfrente de ella y sin decir nada la bese apasionadamente. Deje que la boca y la lengua hicieran lo que quisieran. Ella respondía mis besos con pujiditos alcoholizados. Mi mano sobaba sus pechos con sutil gracia y sentía su gran tamaño. Nunca antes había sentido esa frescura que da la gran cantidad de carne a tu disposición. Y en verdad era gozoso. Tocar su panza sin tapujos, peñiscar sus tetazas sin recato alguno y tratar se sobar sus nalgas caídas era asombrosamente nuevo. Atrás quedaron esos sosos pensamientos de: La niña en cuestión tiene que ser bonita, flaquita y buenita para que caliente al machin. Para nada. Eso es cosa del pasado. Como bien decía Riki Luis: “…Las gordas son la moda que pronto va a venir…” algo de profeta tenia esa canción. Y yo me aplicaba. Hacia meses enteros que no sentía a ninguna mujer en mi poder de seducción. Pero esta me había seducido de la manera mas barata. Me había comprado con chelas y tragos de cuba. Era su putito. Su muñeco que con solo unas chelas y un poco de más alcohol le daría las llaves de mi bragueta y dejaría que se embriagara de lefa con sabor a cerveza. De mi cerveza.

Sin embargo algo la aturdió. Fue mi mano que se quería introducir debajo de sus calzonzotes. Con trabajo mi mano había viajado debajo de sus lonjas y había encontrado la manera de entrar en contacto con su ombligo para deslizarse más abajito. Ahí de donde salen los chamacos por primera vez a dar un vistazo a este mundo cagado. Ahí mero la quería yo meter y la gordis se saco de onda. ¿Pues no que quería acción desenfrenada?

-- Es que me la acabo de rasurar Mariano. Estoy muy sensible.

--Pues por eso mismo.

Mi mano se metió sin que ella opusiera resistencia, cerro los ojos y me la guió como si no supiera donde meterle mis dedos curiosos. Sentí poco a poco su camino recién podado. Unos vellitos bebes me indicaban por donde seguir,ah, una ranurita rosa se siente aquí. Mis dedos me hablaban del paisaje que veían. Una depresión en su carne estaba mojada y bullía de calor, sangre y alcohol caliente. Mis dedos se clavaron al fondo. La gordis gemía despacio como para no despertar a los vecinos de esta pínche calle sola y vacía.

Más y más y más mis dedos se volvían locos. Ella solo meneaba la cintura de allá pa’ ca. Yo trataba de besarla. Le lamía sus cachetotes rosas sudorosos. Mi otra mano estaba libre para sobar esos pechos tan magníficos, grandes, mamables a más no poder. La gordis en eso saco mi mano de su entrepierna. Mis dedos chorreaban un líquido inodoro e insaboro. Se lo puse en la nariz para que se oliera ella misma.

---Ay esperate. Nos van a ver.

¡¡¡¿¿¿ Quien diablos nos va ver???!!! Mi cara le dijo todo.

--- Pues la gente. En las ventanas.

A lo mejor sus pujidos levantarian a la gente pero a mi eso me valía un soberano cacahuaton.

Sin decir nada le volví a meter los dedos. No me gusta que una buena acción se suspenda así de pronto sin una buena razón.

-- Ayyy no es que me voy a venir.

--Ese es el propósito de mis dedos. Así que mejor camina y tu hazme una chaqueta. Mira de esta esquina hasta la otra. Yo te masturbo y tu me masturbas. Todo parejo. Sin racismos. ¿Va?

--Pero es que nos van a ver.

Ahh que con su onda de no querer. Además la calle esta supersola.

Mi mano inquieta quería seguir jugando en sus aguas calientes rosadas. Además un pubis bien rasurado siempre es bienvenido. Y así se lo iba a dejar: bien venido.

Para no hacerla sufrir caminamos de la mano algunos metros. La volví a parar y la volví a besar. La arrincone en un lugar cubierto de sombras. Ahí mi mano se volvió a introducir debajo de sus, ahora ya, sabrosas lonjas. Mis dedos ahora si tenían la velocidad requerida para lograr que esta señorita pasada de carnes supiera lo que es un orgasmo callejeromadrugador.

---Ayy me vengo. Musitaba a mi oído la muy zorrota. Zorrota por el tamaño de ella.

Y si. Se vino dejando caer un chorro de agua turbia en mi mano. Mis dedos estaban empapados de agua turbia. Caliente y tibia al mismo tiempo. Yea.

Pero mi diablo no quería dejarla así. Tenia que mamar esas tetazas ahora mismo. Sin dejarla disfrutar de su orgasmion mi mano mojada se limpio en sus pechos los cuales quería sacar a que tomaran el aire. Y por lo visto ella también lo deseaba. Se desabrocho el eterno corpiño y se levanto el suéter negro que traía puesto. Sus tetas por fin las veía. Sus pezones se confundían con la noche. Mi boca se abalanzo hacia ellos. Lenguetazos rápidos por si pasa la tira y nos mira y nos lleva a la delegación por faltas a la moral. Que más da. Aprieto sus senos. Mis dos manos apenas cubren a uno. Ella respinga y dice que se vuelve a venir. Le sobo su chumino por encima de la ropa. Mojado de nuevo. Su ropa húmeda la delata. Se vuelve a poner su corpiño y se vuelve a acomodar su suéter negro.

Ahora ya mas tranquila me besa pero yo lo que quiero es que mame mi verga. Ya esta a punto de volar de tan erecta. Nos acercamos al estacionamiento de un centro comercial y la conmino a que se atreva adarme unos chuapadones.

--Ven aquí nadie nos ve. Aquí no hay casas. Ni nada.

--Ayy n o que tal si pasa la policía y nos lleva.

--ohh que no mujer. Mira como la tengo.

Le meto su manita rechoncha en mi panto y ella solita me baja el bóxer. Me soba la verga dura con su manita de gordis. Uy yuyuy. Si tan solo pusieras tu bocota ahí Julieta. Pero la muy sacona dice que no. Y como yo respeto a las mujeres le digo: Bueno como quieras.

La acompaño a la parada y me la siento en mis piernas para darle unos buenos rozones en su culazo. Ella se menea de lado a lado hasta que pasa un taxi al cual le hace la parada.

--Ayy ¿no me vas a acompañar a mi casa?

-- Pues vamos.

Ya que más me quedaba. Esperaba que en el taxi Julieta se doblegara y me regalaría unas mamaditas. Pero no. El camino a su casa fue serio. Casino hable. La peda regresaba a su lugar y no entendía lo que me decía ella ni el chofer. Por fin llegamos a su casa pero el taxi paso de largo debido a las instrucciones de Julieta.

Al bajarse ella me dio un billete de 200 pesos.

--Pero si ya le pagaste al taxi.

--Es para que tú pagues Mariano. El tuyo. Yo solo pague el mío.

--Ah—

Cerró la puerta y desapareció en la calle.

--Entonces. .. Adonde lo llevo joven?

Vi el billete y le dije que me llevara a mi casa.

El billete seguía en mi mano y mi verga ya no estaba parada.

El mareo era conciso, preciso y macizo.

Y yo me pregunte: ¿Es así como se sienten las putas?


Poco después me la volvería a topar y vaya que me desquite.

Tuesday, October 10, 2006

Las gordis saben bien. Primera parte


Justo se celebraba la comida de aniversario de la empresa donde trabajo. En cada mesa había botellas de tequila y ron barato. Yo tenía poco de entrar en este trabajo y pues casi no conocía a mis compañeros. Uno que otro era igual de bebedor que yo. Así que tomamos varias de las botellas que en otras mesas habían sido abandonadas para que en total al final tuviéramos 4 de tequila y tres de ron para nosotros solitos. Entre brindis y cotorreo de mírale las nalgas a esa y checa como botan las tetas de aquella yo sentía que una mirada me abarcaba. Traté de quitarme ese pensamiento pero era inútil. Alguien me miraba y no sabía quien. Solo sentía que unos ojos se posaban sobre mí estando chupe y chupe.

--Mira cabron esa Julieta no te quita la mirada de encima.

--¿Quién?

--Julieta wey, y viene hacia acá.

-- ¡Julieta? Y esa quien es.

--Pues la gordita de cobranzas.

--Ahhh no mames. Pero si esta regorda.

--Y eso que wey, yo solo te digo que ahí viene. Yo creo que quiere que bailes con ella.

-- Nel que! A la verga si cree que voy a…

--Que onda Mariano…

--(pinche gorda que quieres)Ah hola como estas!

--¿Me vas a conceder esta pieza?

--¿Cual si ni estoy comiendo?

--Ay no que tontito eres. Si vas a bailar conmigo. En el trabajo me prometiste que bailarías conmigo toda la noche. Y pues aquí estoy.

-- Es que… pues estoy tomando Julieta.

--Ay ya ves como eres.

--Además no se bailar. Nadita.

--No le hace yo te enseño.

Me jala del brazo y para no hacer el oso pues me paro y la sigo a: ¡LA pista DE baile!

El tequila depositado en mi cerebro me permite no sentir tanta pena como debería así que como puedo le trato de seguir los pasitos salseros. Mientras siento como su lonja mayor roza con mi pecho observo a los demás danzantes. Ahí están el licenciado Ricardo baile que baile con su amante secretaria, el chofer caimito dándole rico y sabroso al bailongo tratando de rozar las nalguitas de paty la de computación que que buenas piernas se carga; también esta toñita bailando con Azucena las dos mas feas de la empresa y que nadie pela, así que bailan como que muy quitadas de la pena pensando solo en desgracias, Pepillo Ojitel le arrima el pito a Magdalena de finanzas y ella se deja llevar por el ritmo de Edí Santiago y su fría eres tan fría como la lluvia o algo así. A mi cada vez me caga más que esta Julieta roce sus lonjas con mi panza. También me toma de la mano fuerte fuerte para que no me vaya. Mi ánimo esta cada vez más culero y solo arrastro los pies, dejo caer los hombros y bailo con una pendejez para ver si así esta gordis ya se harta y me manda a volar. Pero no. Me aferra con mas fuerza y ahora no solo sus lonjas se juntan a mi sino también su enorme vientre y montezote de Venus tratando de entrar en contacto con mi (en ese momento) dormido pito. ¿Pero que piensa esta mujer?¡Quiere verga y enfrente de todos!

--Este ya me canse Julieta.

--Ayy siii. Pues yo no. Nadamas la que sigue y ya. Andale.

--No es ke ya me tengo que ir.

--Pues a donde.

--Al bar.

--A cual?

--A uno que esta por el centro.

--Y no me invitas?

--Pero tú estas casada.

--Y eso que. A mi esposo le valgo madres.

(La neta no se ni porque he?) Pues como quieras pero yo ya me voy. Ya sabes cual ¿no?.

--¿Es ese que se llama “LA Calefacción”?

--Ándale. Ese mero.

--Pero no te vayas. Vamos a echarnos esta de la Sonora Santanera.

--Ah ya a la verga ahí te ves.

--Ayy que grosero. Pero ahí te veo he?

Mejor no conteste. Me acerco a mi mesa y veo a Cristoforo

(Así se llama de verdad) riéndose de manera pasada de lanza.

--¿Uyyy no ke no bailabas monito?

-- Pues que querías que hiciera ¿Qué la mandara a la verch?

-- Pues mínimo un arrimon…

--Ella fue la que me lo dio y no precisamente sabroson.

--Entonces que le seguimos atorando.

--Yo si pero mejor en el bar “LA Calefacción”, ¿no?

--Va pues yo te caigo al rato.

--Utss que gay eres.

Y pues ni modo a chupar solo otra vez.

Me fui, tome un taxi y llegue sin retraso aunque nadie me esperaba. El barman muy amable me ofreció una amplia sonrisa al llegar.

--¿Y donde están todos?

--Pues nadamas estoy yo. Así que sírveme lo de siempre.

Me miró como pensando pobre cabron siempre viene solo. Y pues si siempre iba solo y así me quedaría por un rato más. Me sambuti 7 chelas leves y una cuba, cuando de pronto por la puerta empiezan a ingresar algunos de los que deje en la Fiestadeaniversariodelaempresa.

Vaya vaya Cristoforo ya venia entonado machin, algunas secretarias borrachonas con las mejillas rojas reían al compás de ninguna canción, varios entes mas se dejaban venir hacia la barra llenando de inmediato el lugar. Y como no si “La Calefacción” es el clásico Pub Irlandés de pequeñas dimensiones y le dicen la calefacción porque con más de 10 gentes ya se suda copiosamente. Y hablando de copias –“Sirvame otras que yo pago”—se alcanza a escuchar el grito de uno de los agentes de ventas que ya venia con varias copitotas de mas. Lo mejor del asunto es que este Don venia junto con su hija. La pobre era su secretaria privada pero no estaba nada mal. Mas bien no esta nada mal. Grandes caderas que dan salida a unas bellas nalgas rimbombantes y un par de senos super chupables.

Ahora si el barman sonreía de oreja a oreja y hasta se puso a acomodar las mesas para formar una especie de Octoberfest diminuto. Las bebidas empezaron a salir de por todos lados y yo con tanta sed…pues a darle gusto al gusto. Habia tanta gente que no me había percatado de la presencia de la gorda Julieta. Solo hasta que sentí unas manos tratando de abrazarme y voltear y ver que era la regordeta bailadora con cara roja y sudorosa que rogaba por una pieza más fue que la vi. De nuevo.

--Quiubo papito ¡bailamosh???

--Aguanta deja me termino mi trago.

Pero cual trago mejor me moví y me senté junto a Cristoforo el cual ya denotaba graves estragos etílicos. Demasiado para ser exactos. Su hablar se había hecho tríptico críptico in entendible. De su boca saltaban bolitas de saliva envueltas en cerveza que se estrellaban en mi cara u ojos. Yo me limpiaba y como nunca he sido de los que sienten ascos pues seguía tratando de platicar y entenderle.

-- No mames—le decía yo—Se dejaron venir tochos morochos.

--Así es—me contestaba el asintiendo sin control la cabeza

--Pues que bueno que llegaron yo ya llevo medio cartón y con esta ya son diez chelas más lo que se acumule.

--Si cabron…………ya ando medio pedo. ¿No se me ve?

-- No guey. Casi no. Pásame esa chela.

Me pasó la chela y yo también ya sentía ese calorcito debajo de los ojos cuando de cuando a uno ya le quieren pegar las bebidas. Un sudorcito que se limpia con los dedos y no hay pedo.

Al poco rato agarre valor y me puse a bailar con la hija del vendedor. La buenota. Ahh que diferencia señores. Eso si que es otro pedo. Agarrando cinturita no que la otra no mas no se sentía nada. Aquí hay curvas y no topes como con la otra mujer. La gordita me veía y me veía furiosa. Ja me vale. Que se chingue por burra. Pero el que se chingo fui yo porque la reina se fue temprano y solo baile dos con ella. Agarre otro vaso, este ya tenía bacardi añejo con coca, ahhh chido buen cambio de sabor y me dije:

-- Pues chingue su madre. También es doña y la neta no esta tan gorda.

Así que me senté casi a su lado. Nuestras piernas quedaron justas para que mi rodilla; debajo de la mesa, pudiera frotar su cosita. Rodilla para acá, rodilla para allá. Veía como la gordis de pronto se puso rubicunda. Volteo a verme con un rostro socarrón diciéndome: Ah que Mariano tan… mañoso. Pero ni así quito su vaginon de mi rodilla, la cual yo movía con mayor énfasis tratando de ser no muy notorio. Ella solo entrecerraba los ojos y seguí platicando muy quitada de la pena. Igual yo. Bebía y bebía y ella también. Con cada sorbo o trago del vaso mi verga se endurecía y veía a Julieta menos gorda cada vez. Después e paro y pensé: Utsss ya se emputo. Pero no. Todo lo contrario.

--Ora si vamos a bailar ¿no Manolito?

-- Pues vamos.

En medio de la danza febril me agarraba las nalgas, me untaba sus tetas y hasta me las enseñaba bajándose el escote, me sobaba la verga disimuladamente y se restregaba de manera soez. Pero que rico pensaba yo. Me empecé a imaginar a Julieta mame que mame y de ahí no pare. Mas baile más chelas más alcohol.

De pronto de la nada apareció el Jefe de Jefes.

--Ahh que bonitos.

Todos como que bajaron su vaso y espantados quisieron hablar. Pero el jefe no nos dejó.

-- Pásame dos bacardi blanco. Como que chelas. A ver dos botellas de bacardi blanco con sus respectivas cocas y tehuacanes.

--Yupiiii—La algarabía inundaba el lugar. Con más ganas se chupaba, se hablaba y se bailaba. Al cabo el jefe paga. No se diga más.

Me canse de bailar y de mi pito estuviera duro y duro con la lonja de Julieta. Así que mejor nos sentamos y me dispuse a llenar de nuevo el tanque. Senteme a lado del jefe y de cristoforo el cual, ahora si, ya estaba muy pedo. Demasiado. Tanto que el jefe resulto ser su mejor amigo y confidente. Cristoforo platicaba de lo lindo con el Boss con la clásica actitud de: “Cuando estamos pedos todos los hombres nos queremos”. Lo abrazaba, le salpicaba la cara, le daba manotazos en la espalda, no no no. El clásico malacopa. Yo solamente observaba como cristofor iba disminuyendo en su capacidad de hacer lógica cualquier actividad en ese momento. Se servia de mas, tiraba las servilletas y los hielos, pedía cigarro a todo mundo y cantaba a todo volumen canciones rancheras. El colmo fue cuando se puso a llorar en el regazo del jefe y tiro una de las mesas del mini october Fest regando por el piso botellas y vasos enteramente llenos.

Ufff, no se puede ser así.

De milagro alcance a salvar mi Chabela llena de Bacardi blanco y tequila con square (combinación ganadora papá). ME alce medio encabronado no tanto por el alcohol perdido si no por la pendeja actitud de Crsitoforo. Bueno creo que el se fue o huyó. Cualquiera de las dos. El jefe pago y se fue. Más bien lo dejaron en su casa pero regreso. La gorda Julieta seguí con sus lances sexuales. Pero como en toda ocasión la botella le gano a la reina.

Así que me fui a mi casa en automático total solo para recordar que dentro de poco tendría que ver de nuevo a Julieta y soportar su lance cachondo hacia mi humilde persona.

Uff vaya que mi respuesta ni ella se la esperaba.

Monday, October 09, 2006

chin chin el que vomite!

Antes que todo se le hace una atenta invitacion a que colabore con este blog con aportaciones diversas como pueden ser: fotos, videos, pensamientos seudo sobrios, gajes del oficio borrachon, recetas para curar las malditas crudas; así como recetas de bebidas harto embriagantes, locales de sana perdición de su localidad, ocurrencias varias, cometarios hirientes, dudas existencalistas, provocaciones baratas, divagaciones seudocientificas sesudas, recoemndaciones de musica locuaz chida yepa yepa y todo lo que usted querido internauta borrachon desee ya que este sera el receptaculo (¡como dijo?) para sus desvarios de etilidad perpetua
(si no es que antes alguno muere de cirrosis simpatica la niña).
Asi que venga pues estan todos invitados y es hora de que empiecen las hostilidades.